lunes, 10 de mayo de 2010

Ser mamá es un trabajo de tiempo completo

Hasta que fui madre comprendí la importancia de dedicar a ello todo mi tiempo. Sé lo importante que es acompañar a un hijo a descubrir el mundo poco a poco y por eso esta reflexión va para todas aquellas que están imposibilitadas de hacerlo.
Es en suma difícil querer ser reconocida como una feminista y tener tan puesta la camiseta de rol de madre como lo conocemos en las sociedades machistas. Pero también sé que solamente una mujer es capaz de guiar a un hijo con la firmeza y el cariño que él necesita. Doy gracias a Dios por tener la suerte de poderme olvidar del factor económico en favor de poder estar dedicada a mi hijo. Sé que no es fácil y sé que el desarrollo económico que me pierdo (como la mujer capaz y exitosa que fui trabajando) es un sacrificio que bien vale la pena. Yo sé que existen hombres incapaces de encarar su parte del compromiso dentro de la familia. Sé que hay mujeres que tienen que trabajar para sacar adelante a su familia y dentro de esta generalización, conozco casos muy puntuales en los que una mujer completa es capaz de llevar dinero a casa y tener el control de su hogar al 100% (eso sí, se priva de muchas otras cosas porque sabe de su gran compromiso y responsabilidad), una mujer admirable. Conozco historias en las que el hombre, pudiéndo ser proveedor al 100%, prefiere compartir esa responsabilidad con la mujer y la hace trabajar, para que después de su joranada diaria, regrese a casa a practicar las labores del hogar y atender a los hijos sola y de malas. Y que decir de esos hombres que se quedan sin trabajo y son incapaces de lavar un plato o hacer la comida, mientras la mujer está ganándo el sustento. También me he enterado de esas "afortunadas" que tienen todo y más de parte de sus maridos en el aspecto económico, pero se les tiene dominadas hasta para decidir con quién hacen amistad y con quién no, a que hora salen y a dónde (y a veces ni siquiera se hacen cargo de sus pequeños)... También sé que existen (pocos en definitiva) aquellos hombres capaces de guiar como toda una madre a sus hijos, mientras la mujer hace carrera en el mundo laboral o cuando se quedan sin ella.
Conozco miles de historias y las más tristes (independientemente de quién sea el provedor) son las de la gente que no entiende la importancia de guiar a los hijos. Por eso mi pensamiento va a todas esas mujeres (y algunos hombres) que encuentran la manera de atender primordialmente a sus hijos, que no dejan de guiarlos un solo instante (auque acaben de llegar de un agobiante día de trabajo, o haya estado toda la mañana en el cafecito quejándose del cónyuge dominante). A todas las personas que no la tienen tan fácil y que aún así dejan al mundo seres valiosos... Felicidades!!!
En cambio, para todos los que sencillamente no les cae el veinte (por flojera o negligencia) de lo realmente importante y dejan crecer a los hijos sin guía solamente una frase. SHAME ON YOU!!!!

1 comentario:

  1. Querida Camilla,
    Cautivada por lo que escribes, que intensa, me gusta mucho!!! Y sabes...soy de las que aún con pelitos se mete a la alberca :)
    Besos

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